![]() |
Foto: Getty Images |
Lejos, muy lejos quedó esa imagen, ese video en el cual Murray declaraba en el Australian Open que ese sería el último partido de su carrera, debido a que no podía soportar el dolor en su cadera derecha y que, en el caso de operarse, los médicos no veían mucho futuro para él en el tenis, pero finalmente fue todo lo contrario.
El británico se operó y tan solo cinco meses después, ya estaba de nuevo en una cancha de tenis. Probó jugando dobles, a ver si la cadera respondía y tan mal no le fue: acumuló un récord de 9-5, incluyendo un título, que justamente fue en Queen's, certamen en el que volvió al tenis.
Su regreso al singles fue en el Masters 1000 de Cincinnati y si bien no ganó un partido ATP hasta el torneo de Zhuhai -antes había jugado el ATP Challenger que se disputó en la Academia de Rafael Nadal y llegó a tercera ronda-, su vuelta fue muy auspiciosa, pero nadie iba a imaginar que podía alcanzar nuevamente un título, pero así fue.
En el ATP 250 de Amberes, Murray dejó en el camino a Kimmer Coppejans, Pablo Cuevas, Marius Copil y Ugo Humbert hasta llegar a la final, instancia en la que superó a Stan Wawrinka viniendo de un set abajo, para superarlo por 3-6, 6-4 y 6-4.
Fue el primer título para el británico desde 2017, cuando ganó el torneo de Dubai. Con este resultado, Andy logró un ascenso meteórico en el ranking y ya se ubica en el puesto 127°, con lo que tiene garantizado jugar la qualy del Australian Open, siempre y cuando la organización no le otorgue un wildcard para el cuadro principal.
Seguir a @Respiro_Tenis
Comentarios
Publicar un comentario