A pocos días de comenzar el primer Grand Slam del año, ya podemos hablar de tres bajas importantes. Se trata de Kei Nishikori, Andy Murray y Lucas Pouille, quien fuera semifinalista en la edición del año pasado.
Un Grand Slam es un torneo que todo tenista quiere jugar, tenga el ranking que tenga, sobre todas las cosas porque atrae a todos los periodistas y cámaras del mundo, además de contar con jugosos premios desde lo económico.
Por eso, las bajas de Nishikori, Murray y Pouille son sensibles tanto para ellos como para el torneo, que se queda sin tres jugadores importantes. En el caso del japonés y del francés, se trata por una lesión en el codo derecho.
El nipón se operó a mediados del año pasado y no juega un partido de tenis, ya sea oficial o exhibición, desde el US Open. El europeo sufre la misma lesión y no disputa un match desde octubre del 2019. Sobre todas las cosas, la no presencia de Pouille en el torneo hará que salga de Top 50 porque defendía semifinales.
Finalmente y no menos importante, Murray sufre de una lesión en la ingle que es mucho más complicada de lo que incialmente se pensaba. El británico jugó solamente un partido en las finales de la Copa Davis en Madrid, donde sufrió dicha molestia y desde ese entonces no pudo entrenarse con normalidad.
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