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| Foto: Getty Images |
Luego de su regreso a finales del 2018, donde alcanzó los cuartos de final en el ATP 500 de Washington, el británico demostraba a simple vista que sus dolores en su cadera seguían y que entre punto y punto rengueaba mucho.
Por eso, a principios de este año y antes de jugar el Australian Open, Murray expresó que la zona le dolía de tal manera que no podía ponerse las zapatillas sin que le duela y que, aunque a él no le guste, iba a retirarse después del torneo porque no aguantaba más el dolor y la operación era una opción, pero que si lo hacía no iba a volver a jugar.
En un emocionante partido, Murray cayó ante Roberto Bautista Agut y se despidió de la cancha, entonces comenzó el interrogante ¿Realmente se va a retirar? Esa duda se fue despejando de a poco, cuando el británico publicó que se había operado luego de su participación en el Abierto de Australia y que el tenis estaba en un "veremos", debido a que la operación en la cadera, para luego después volver a jugar, hacía las cosas más difíciles.
El único antecedente así, es el de uno de los hermanos Bryan, Bob, que sufrió la misma lesión y con 40 años, se operó y sigue jugando al más alto nivel, aunque es en el dobles. Por eso, Andy regresó al circuito en Queen's jugando dobles con Feliciano López, torneo que ganó. Desde allí, disputó casi todos los certámenes que hubo: Eastbourne, Wimbledon en la modalidad de dobles masculino con Pierre-Hugues Herbert y el dobles mixto junto a Serena Williams, el ATP 500 de Washington junto a Jamie Murray y el Masters 1000 de Montreal junto a Feliciano López.
Por eso Murray empezó a esperanzarse con la idea de volver a jugar singles si se sentía bien físicamente y al parecer eso es así, porque el británico aceptó el wildcard que le ofreció la organización del Masters 1000 de Cincinnati y Andy volverá a jugar singles por primera vez desde aquel partido ante Bautista Agut.
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